En este Domingo de Pascua, celebramos la ascensión del Señor Jesús a los cielos. Esta gran manifestación de Dios nos recuerda que Jesús es el Señor y Salvador del universo. Su ascensión nos da la certeza de que la salvación es real y que es posible.
Pero la ascensión de Jesús también es un mandato para nosotros. Como discípulos suyos, estamos llamados a seguir su ejemplo y a predicar el evangelio a todas las criaturas. Es nuestro deber evangelizar y compartir el amor y la misericordia de Dios con todos.