CONFIRMACIÓN

La confirmación es un sacramento que complementa y completa el bautismo, fortaleciendo la gracia recibida en este primer sacramento. A través de la confirmación, los fieles reciben el don del Espíritu Santo, lo que les otorga una especial fortaleza para vivir y defender su fe en Cristo. Este sacramento imprime un carácter espiritual indeleble en el alma del confirmado, marcando su pertenencia a la comunidad de la Iglesia y su compromiso de ser testigos de Cristo en el mundo.

La confirmación se considera parte del proceso de iniciación cristiana, que incluye el bautismo y la Eucaristía. Juntos, estos sacramentos forman un evento salvador único que inserta a los creyentes en la vida de Cristo y en la comunidad eclesial. Durante la celebración de la confirmación, el obispo o el sacerdote unge al confirmado con el crisma, un aceite sagrado, simbolizando la unción del Espíritu Santo y la conformación más profunda a Cristo, quien es el Mesías.

Este sacramento no solo fortalece la relación del confirmado con Dios, sino que también lo une más firmemente a la Iglesia, obligándolo a ser un testigo activo de la fe mediante sus palabras y acciones. La confirmación, por lo tanto, es un paso crucial en la vida cristiana, que permite a los fieles vivir plenamente su vocación como miembros de la comunidad de creyentes.

Catequesis de preparación

Edad de preparación: Preferiblemente para los alumnos de 1º -2º-3º-4º Eso, 1º y 2º de bachillerato

Día: reuniones semanales los viernes de 20 h a 21 h

Lugar: Salones parroquiales

En el caso de que alguien deseará recibir el sacramento ya en la edad adulta, desde la parroquia se le procurará una atención personalizada y un itinerario personal. Quienes estén en esta disposición, pueden comunicarlo al sacerdote encargado o informar en el despacho parroquial.

Para saber más sobre el proceso y los requisitos de la catequesis de confirmación, haga clic en el siguiente enlace.