El bautismo es un sacramento muy importante en la fe cristiana. Es considerado la puerta de entrada a la vida espiritual y a la comunidad de la Iglesia. A través del bautismo, las personas son limpiadas del pecado, renacen como hijos de Dios y se unen a la Iglesia para participar en su misión.
Este sacramento se realiza con un rito que simboliza la muerte y resurrección de Cristo, utilizando agua para representar la purificación y el inicio de una nueva vida. Además, el bautismo requiere una respuesta de fe, es decir, un compromiso de vivir según las enseñanzas de la fe cristiana.
Para la Iglesia, el bautismo es necesario para la salvación y permite a las personas formar parte de la comunidad de creyentes. Antes de recibirlo, es importante prepararse bien, aprendiendo sobre la fe y comprometiéndose a vivirla.
Cuando se bautiza a un niño, los padres y padrinos asumen la responsabilidad de educarlo en la fe, ya que el niño no puede hacerlo por sí mismo en ese momento. El bautismo no solo inicia la vida cristiana del niño, sino que también une a todos los bautizados en la comunidad de la Iglesia.
Además, el bautismo es una celebración importante tanto para la familia como para la parroquia, ya que ambas tienen el deber de apoyar al bautizado en su camino de fe. Por eso, tanto los adultos que se bautizan como los padres y padrinos de los niños deben prepararse para vivir este sacramento con alegría y devoción.
¿Cuándo se celebra este sacramento?
La celebración del Sacramento del Bautismo tendrá lugar, de forma preferente, el último sábado de mes. Para poder unirse a esta celebración se requiere estar vinculado a la parroquia.
¿Cómo lo solicito?
Las personas interesadas pueden acudir al despacho parroquial y pedir cita con el párroco.
Catequesis Bautismal
La catequesis bautismal se celebrará el viernes anterior al bautizo u otro día que sea conveniente para el sacerdote y la familia. Si la familia reside en otra parroquia distinta del Corazón de María se solicitará el permiso de su párroco, y se recomienda realizar esta catequesis en dicha parroquia.
Padrinos y Madrinas
El niño puede tener padrino y madrina, o solamente padrino o madrina.
Representa a la familia como extensión espiritual de la misma, y a la Iglesia madre y, cuando sea necesario, ayuda a los padres para que el niño llegue a profesar y vivir la fe.
Por tanto, es conveniente que el padrino elegido por la familia reúna las siguientes cualidades:
- Que sea mayor de 16 años y haya recibido los tres Sacramentos de la Iniciación Cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
- Que pertenezca a la Iglesia Católica y no esté incapacitado por el derecho para el ejercicio de la función de padrino.