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En la fiesta del Bautismo del Señor, celebramos el comienzo de la misión pública de Jesús, marcado por un gesto de humildad y obediencia al Padre. Las lecturas de este domingo nos ayudan a comprender la profundidad de este acontecimiento.
El profeta Isaías nos ofrece palabras de consuelo y esperanza, anunciando que Dios mismo viene a salvarnos con poder y ternura, como un pastor que cuida a sus ovejas. San Pablo, en su carta a Tito, nos recuerda que Jesús es la manifestación de la gracia de Dios, quien nos salva y renueva por medio del Espíritu Santo.
En el Evangelio de Lucas, vemos a Jesús siendo bautizado por Juan, un acto en el que se revela la Santísima Trinidad: el Padre que declara su amor por el Hijo, el Hijo que se ofrece, y el Espíritu que desciende sobre él. Este evento nos invita a renovar nuestro propio compromiso bautismal y seguir a Jesús con fe y confianza.